Naranjos a la derecha, limoneros a la izquierda y praderas de flores silvestres hasta donde nos alcanza la vista, así es el camino a can Muson, un lujoso oasis al pie de los montes del Valle de Morna. Esta espectacular mansión nos deja sin aliento, transmitiendo a su vez la reconfortante sensación de paz y tranquilidad que ofrece la vida rural en Ibiza. Construida sobre una explanada con envidiables vistas de dos calas, esta vivienda es un verdadero sueño mediterráneo.
Con sus arcos típicos ibicencos rodeando el salón acristalado y su techo de vigas de sabina, el confort del hogar moderno y las características tradicionales están en perfecta armonía.
Desde su corazón, y acorde con la naturaleza del entorno, se eleva hacia el cielo una torre de piedra seca, en su cima, una terraza para tomar el sol o tumbarse bajo las estrellas. Pérgolas y un pabellón al pie de la tentadora piscina ofrecen sombra en los extensos jardines donde florecen naranjos en todas las direcciones. Cerca de algunas de las playas más emblemáticas y con fácil acceso al cotizado y sosegado norte de la isla, su privilegiada situación también permite llegar con facilidad al conocido colegio internacional. Para las demás necesidades o caprichos, los pueblos vecinos de Sant Carles y Santa Eulària están a tan solo unos minutos en coche.
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